Recepción Definitiva o Final es la «autorización» para poder habitar una obra. Es el proceso siguiente, y último, a la construcción de la obra.
Se trata del chequeo de la construcción y sus especialidades como la instalación sanitaria, la instalación eléctrica, de gas, etc. Además de inspeccionar que se usaron los materiales correspondientes a la norma. Dicha inspección debe traducirse en que la obra se construyó de acuerdo al proyecto previamente aprobado (artículo anterior).
Este proceso al igual que el anterior debe solicitarse por medio de un expediente que contendrá las exigencias de cada partida construida. Otra vez el arquitecto debe confeccionar algunos documentos y adjuntar su patente profesional al día.
Es importante mencionar que, por ley, debe existir un constructor el cual también debe ser un profesional titulado y con patente profesional. En el caso que no exista un constructor entonces el arquitecto puede firmar y hacerse cargo de la obra.
La solicitud de Recepción final debe hacerse en la DOM. Por lo que un miembro de esta dirección irá a inspeccionar la obra, recinto por recinto, en algunos casos con el plano en la mano y con huincha de medir, para cerciorarse que lo construido concuerda con el proyecto aprobado. Revisará las certificaciones de las especialidades así como los estándares de calidad en seguridad, en materiales utilizados y en aplicaciones de terminaciones.
Cabe recordar que el inspector municipal dará por terminado el proceso, solo si la obra cumple al 100% con lo que se detalló anteriormente en el Permiso de Edificación aprobado, con un oficio que contendrá timbres, estampillas y firma del Director de Obras «autorizando» el funcionamiento de la obra. Este proceso puede tener un valor aproximado de 0.4 UTM.